DOLOR
- Cuando los tratamientos médicos no bastan para controlar eficazmente el dolor, es necesario el uso de técnicas psicológicas.
- Hasta un 75% de las personas que sufren dolor pueden beneficiarse de la hipnosis mejorando su calidad de vida.
- Combinada con terapia cognitivo-conductual tendrás más posibilidades de controlar tu dolor.
- Más de 30 años tratando pacientes con diferentes tipos de dolor.
- Encontrarás las 5 características que debe tener una terapia psicológica exitosa:
- Profesionalidad
- Rigor/li>
- Experiencia
- Calidez
- Eficacia
El dolor crónico (dolor con una duración superior a los 6 meses) en los países industrializados es un grave problema de salud que provoca, además de una pérdida notable de la calidad de vida, un gran número de horas de trabajo perdidas, absentismo laboral, pensiones de invalidez y, en ocasiones, un consumo excesivo de medicación analgésica. Se estima que en España hay unos 6 millones de personas afectadas (17% de la población). Una tercera parte de estas personas padece el dolor durante las 24 horas del día y en el 44% de los casos se trata de un dolor severo.
Cuando una persona sufre dolor crónico su forma de comportarse puede hacerle caer en distintos círculos viciosos que le van a llevar a una exacerbación del dolor y/o a un empeoramiento de su estado de ánimo. Un ejemplo de círculo vicioso sería cuando la persona deja de hacer actividades placenteras por temor al dolor. Esto le llevará a un empeoramiento de su estado de ánimo y, en consecuencia, a un incremento del dolor (porque a peor estado de ánimo, mayor percepción del dolor) para, finalmente, seguir evitando las actividades placenteras.
Existen factores psicológicos que influyen en cómo la persona percibe y se comporta ante el dolor y, en consecuencia, van a afectar la evolución del dolor. Empeorarán el dolor factores como tener una alta ansiedad, estar deprimido, tener pensamientos catastrofistas sobre el dolor (rumiar todo el tiempo sobre el dolor, o magnificar los riesgos del dolor), o focalizar la atención en el dolor.
La terapia psicológica se centra primero en evaluar los factores psicológicos y sociales que contribuyen a mantener o empeorar el dolor deteriorando la calidad de vida del paciente, y teniendo en consideración también los factores bio-médicos. A partir de este punto se inicia la terapia planteando con el paciente una serie de objetivos realistas que tienen como finalidad mejorar su calidad de vida. En las sesiones de tratamiento que se llevan a cabo, se darán pautas y se enseñarán distintas técnicas psicológicas al paciente para modificar paso a paso aquellos patrones de comportamiento y de pensamiento inadecuados que contribuyen a empeorar su estado. Además, se emplearán diversas técnicas (entrenamiento en relajación y respiración, hipnosis clínica, reestructuración cognitiva, etc.) con el objetivo de reducir el dolor y las emociones negativas asociadas al mismo (frustración, irritabilidad, ansiedad).
En definitiva, se trata de que mientras la ciencia no halle la solución para curar ese dolor crónico, se empleen todos los medios médicos, psicológicos y sociales que están a nuestro alcance para paliar lo máximo posible ese dolor y mejorar la calidad de vida de la persona afectada.
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