TRASTORNOS PSICOSOMÁTICOS
- La terapia cognitivo-conductual y la hipnosis son una combinación poderosa y eficaz.
- Mejorarás en pocas sesiones el control sobre estos síntomas físicos provocados por el estrés.
- Más de 30 años tratando problemas psicosomáticos.
- Colon irritable, mareos, palpitaciones, dermatitis, cefaleas, problemas digestivos, alteraciones del apetito.
- Encontrarás las 5 características que debe tener una terapia psicológica exitosa:
- Profesionalidad
- Rigor
- Experiencia
- Calidez
- Eficacia
El término psicosomático hace referencia a la existencia de síntomas físicos reales que son provocados o influidos por la mente y las emociones más que por una causa orgánica específica del cuerpo (una infección o una herida).
Un trastorno psicosomático se origina o es agravado a menudo por el estrés emocional y se manifiesta en el cuerpo en forma de dolor físico u otros síntomas. La depresión también puede ser causa de una enfermedad psicosomática, especialmente cuando el sistema inmunitario se ha visto debilitado por un estrés severo y/o crónico.
Generalmente el diagnóstico se establece por exclusión. Esto es, una vez se han realizado las pruebas médicas necesarias y no se ha detectado en ellas ninguna anomalía física que explique el problema, se habla de síntoma o trastorno psicosomático.
Un trastorno psicosomático se origina o es agravado a menudo por el estrés emocional y se manifiesta en el cuerpo en forma de dolor físico u otros síntomas. La depresión también puede ser causa de una enfermedad psicosomática, especialmente cuando el sistema inmunitario se ha visto debilitado por un estrés severo y/o crónico.
Generalmente el diagnóstico se establece por exclusión. Esto es, una vez se han realizado las pruebas médicas necesarias y no se ha detectado en ellas ninguna anomalía física que explique el problema, se habla de síntoma o trastorno psicosomático.
Algunos de los síntomas o trastornos psicosomáticos pueden ser:
- problemas cardíacos como taquicardias o arritmias
- mareo, vertígeno
- distintas formas de dolor como cefaleas, dolor torácico o crónico
- problemas digestivos como aerofagia, náuseas, dispepsia o síndrome de colon irritable
- problemas dermatológicos como acné o dermatitis
- problemas alimentarios, como obesidad o bulimia
- problemas sexuales como pérdida de la libido o disfunción eréctil
- pseudocrisis epilépticas.
- mareo, vertígeno
- distintas formas de dolor como cefaleas, dolor torácico o crónico
- problemas digestivos como aerofagia, náuseas, dispepsia o síndrome de colon irritable
- problemas dermatológicos como acné o dermatitis
- problemas alimentarios, como obesidad o bulimia
- problemas sexuales como pérdida de la libido o disfunción eréctil
- pseudocrisis epilépticas.
Un error bastante común es creer que el trastorno psicosomático es imaginario, que “solo está en la cabeza” de quien lo padece. En verdad, los síntomas físicos en un trastorno psicosomático son reales y necesitan tratamiento como cualquier otra enfermedad.
En el origen de un trastorno psicosomático se suelen encontrar factores psicológicos como causantes o agravantes del problema. El estrés es uno de los factores principales. De ahí que la terapia psicológica, en muchos casos acompañada de un tratamiento médico dirigido a paliar los síntomas, va a jugar un papel crucial en la mejoría o resolución total del problema.
En el tratamiento psicológico que llevamos a cabo entrenamos al paciente en el manejo de distintas técnicas para identificar las fuentes que ocasionan su estrés y para poder afrontarlo/manejarlo eficazmente con el objetivo de reducir las consecuencias físicas (sus síntomas psicosomáticos). Además, se trabajará también sobre aquellas características de personalidad y circunstancias vitales de la persona que influyen en su estrés y en sus somatizaciones. Para ello, las técnicas de la terapia cognitivo-conductual y la hipnosis clínica jugarán un papel crucial.
En el tratamiento psicológico que llevamos a cabo entrenamos al paciente en el manejo de distintas técnicas para identificar las fuentes que ocasionan su estrés y para poder afrontarlo/manejarlo eficazmente con el objetivo de reducir las consecuencias físicas (sus síntomas psicosomáticos). Además, se trabajará también sobre aquellas características de personalidad y circunstancias vitales de la persona que influyen en su estrés y en sus somatizaciones. Para ello, las técnicas de la terapia cognitivo-conductual y la hipnosis clínica jugarán un papel crucial.
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